La carcasa de malla, un material tubular fundamental utilizado en la extracción de petróleo y gas, tiene un gran diámetro y sirve para estabilizar las paredes de los pozos o perforaciones. Su función principal es fijarse en su lugar con cemento, evitando que el pozo se separe de las formaciones rocosas y se derrumbe. Esto garantiza la circulación del lodo de perforación, lo que favorece el proceso de perforación. La carcasa de malla para la extracción de petróleo suele estar hecha de tubos de acero sin costura, un material conocido por su resistencia a altas temperaturas, resistencia a la corrosión y alta resistencia, lo que lo hace ideal para tareas de filtración y cribado en yacimientos petrolíferos. Además, los tubos de acero sin costura garantizan el transporte seguro y estable de petróleo crudo y gas natural. La carcasa de malla se utiliza ampliamente en diversas actividades de exploración petrolera, incluida la rehabilitación de pozos antiguos, la perforación de pozos nuevos, pozos de prueba, pozos de extracción de petróleo en alta mar y tuberías de bombeo de petróleo. También es adecuada para pozos horizontales, pozos desviados, pozos radiales ramificados o terminaciones de carcasa de malla de pozo abierto y empaquetada con grava.